Al mismo tiempo que nadie discute de dónde proviene el jazz o como a evolucionado a lo largo del tiempo. La cuestión de a dónde se dirige o de hecho, a dónde debería dirigirse es objeto de acalorados debates.
Por un lado, los imperturbables tradicionalistas creen que el jazz es un arte musical de preciado valor que debería ser preservado y difundido intacto. Este enfoque ha dado origen en Estados Unidos a la formación de varias bandas de repertorio, destacando Lincoln centre jazz orchestra, en Nueva York, de la que Wynton Marsalis es director artístico.
Otros sostienen que la tradición del jazz reside precisamente en la innovación, y que la música debe adaptarse a los nuevos tiempos si pretende sobrevivir. De hecho muchos de los movimientos que aparecieron en el transcurso de la historia del jazz eran reacciones directas frente un movimiento anterior y dominante. Cómo fue del bebop al swing, del Hard bop al cool school el movimiento de vanguardia (avant-garde) al jazz comercial. Más que suplantar un estilo previo, cada nuevo movimiento suponía una ampliación que se levantaba sobre los cimientos de los estilos anteriores, manteniendo intactas algunas de las cualidades de estos. Así, en la pirotécnica trompeta de Dizzy Gillespie en el momento dorado de la era del bebop, finales de 1940, advertimos claramente la influencia de Louis Amstrong. En las turbulentas piezas de piano de Cecil Taylor, podemos apreciar destellos de sus héroes, tales como: Duke Ellington, Bud Powell, Fats Waller. En el saxo alto de Ornette Coleman podemos observar una conexión directa con Charlie Parker.
Gracias al milagro de la tecnología hoy en día podemos oír los viejos maestros en nuevas fusiones y remezclas, como el hip hop jazz y el smooth jazz. Innumerables ritmos provenientes de las grabaciones de compañías como bluenote y Prestige en los 70 han sido sampleadas digitalmente y Loopeadas para crear las bases rítmicas de grabaciones modernas y vanguardistas.
Se tome el jazz como una forma de arte inclusivo o exclusivo, no se puede negar el impacto de otras culturas en este estilo, quinta esencia de la música americana. Desde sus primeros coletazos en el refrito Cultural de Nueva Orleans de principios de siglo hasta las colaboraciones afrocubanas de Dizzy Gillespie y machito en los 40, pasando por los pioneros esfuerzos de Stan Getz en el inicio de la década de los 60 con jazz samba y getz/gilberto, sin olvidar la incorporación de ritmos y escalas orientales durante los 70 por grupos de fusión como la Mahavishnu orchestra y weather report.
El jazz ha crecido nutriéndose de las incontables diferencias culturales de los pueblos americanos.
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