Easy Listening

El lado más ligero de la música siempre se ha desechado y no se ha tratado con la dignidad debida. Mantovani

El easy listening fue popular pero poco considerado, hasta que la vanguardia del jazz lo reclamó con un guiño irónico en los noventa.  Entre los cincuenta y los sesenta los adolescentes se adentraban en el peligroso Rock ‘n’ Roll y el sobversivo R&B, aunque a sus padres los arropaba dulcemente la música de Mantovani y Percy Faith.

El easy listening no impulsó ninguna rebelión. Es una música relajante, construida con placenteras melodías fáciles de digerir. Eso no implica que no tenga valor artístico: dentro de sus amplias fronteras se puede encontrar todo un espectro sonoro, aliñado con influencias que van desde la música clásica al rock o el jazz. A menudo menospreciado por hueco y falto de inspiración , el género ha sido distinguido con el trabajo de músicos de gran talento, entre ellos los inmortales Henry Mancini y Burt Bacharach.

Nacido en los negocios

Música ligera, música de ambiente, música de ascensor, música de fondo, adult contemporary, todas caben bajo el paraguas del easy listening, así como los temas más melosos de Frank Sinatra, Dean Martin, Perry Como, Patti Page, Eva Cassidy y los Carpenters. Pero sus orígenes están en los comercios, y uno de sus padres no era un músico, sino un soldado estadounidense. El general de brigada George Owen Squier patentó la transmisión de música de fondo bajo el nombre de <Muzak>, en los años veinte. Inicialmente pensada para calmar los nervios de los trabajadores que hacían vertiginosos viajes a las cimas de los primeros rascacielos, el contenido de música clásica descafeinada, jazz y canciones populares pronto se conoció como música de ascensor.

El muzak se volvió popular entre los directivos de las empresas, quienes creían que aumentaba la productividad y subía la moral. A principios de los noventa, el muzak estaba en los centros comerciales y en las salas de espera de los aeropuertos, era la música de espera de los teléfonos, e incluso sonaba en los submarinos Polaris.

La capacidad de muzak para influir en el estado de ánimo de la gente fascinaba a músicos como Brian Eno, quien exploró sus posibilidades en Discrete Music(1975), reconocido en general como una de las primeras muestras de música ambiental. Sus detractores acusaban a las compañías de usar el muzak como un sedante emocional o una herramienta de publicidad subliminal, pero el hecho es que era popular entre la gran mayoría de los millones de trabajadores que estaban expuestos a él.