El jazz obtiene reconocimiento (años 30)

Hacia 1939 el jazz tenía una gran conciencia de sí mismo como una forma seria de arte. Así, se merecía un lugar entre las artes más elevadas, petición que se basaba parcialmente en que los mejores músicos de jazz tenían ahora un nivel de virtuosismo equivalente al de los músicos clásicos más excelentes.

Los críticos musicales eran llamados a reconocer la igualdad entre el jazz y los maestros europeos. Un crítico clásico, Winthrop Sargeant, del N.Yorker, no rehuyó  el compromiso . Su Jazz, hot and hybrid, de 1938, fue el primer estudio musical serio del jazz. Entre los cambios que hicieron posible este avance mencionaremos la transformación de la sección rítmica.

En 1932 el banjo y la tuba estabansiendo reemplazados por los sonidos más flexibles de la guitarra y el bajo. Los baterías comenzaron a desligarse de la rigidez del ritmo de dos tiempos de los años veinte, dándole al compás una ligereza y movilidad más acorde al sentimiento swing.

Mediados los años treinta, el motor rítmico del jazz se aceleraba desde su apelmazado ritmo de dos tiempos tradicional a un dinámico swing 4/4, variando así las leyes motrices más esenciales del jazz.

La era del jazz se encuentra con la era de las maquinas

El espíritu de los años treinta estuvo dominado por las nuevas posibilidades tecnológicas. En 18 meses , entre 1934 y 1936, América contempló los primeros trenes y autobuses a gasóleo, el automóvil Chrysler Aierflow, el avión DC-3 y el puente de Golden Gate. En medio de esta fijación con la estilizada modernidad y el movimiento. el suave y rítmico dinamismo del swing era una extensión del mismo espíritu de eficiencia que encontraba la belleza en los diseños lisos y lustrosos. En términos de jazz, el swing llegó a la perfección estilística en 1939 con la banda de Count Basie. El jazz pronto empezó a estar en la vida diaria gracias a la radio, las películas y la publicidad. Las mejores bandas blancas de swing tocaban en sus propios programas de radio y, en Hollywood, el swing pasó a la gran pantalla.

Louis Armstrong apareció en Pennies from Hotel (1937) y Benny Goodman en  Hollywood Hotel, el enlace entre el jazz y la moda del baile acrobático fueron la base de la primera película de Artie Shaw. En esta convergencia de expresiones reside quizá la mejor explicación sobre cómo el jazz logró , lenta pero imparablemente, convertise en la música popular Americana por excelencia.